miércoles, 3 de febrero de 2016

'Steve Jobs' | Danny Boyle

Visionario o tirano


Steve Jobs, cofundador del gigante tecnológico Apple, murió el 5 de octubre de 2011, pero no su mito. Tanto es así que en el último bienio se han estrenado dos películas basadas en su biografía: Jobs (2013, dirigida por Joshua Michael Stern) y Steve Jobs, dirigida por Danny Boyle en 2015, la que nos ocupa hoy.


Ambos filmes llevan en sus títulos la identidad del empresario, su nombre y sus apellidos convertidos en marca en sí misma. Este dato es señal de la idolatría creada en todo el mundo en torno a Steve Jobs, gurú de las nuevas tecnologías, impulsor de la etapa dorada de Apple, del Mac, del iPod, del iPhone y de todos los cacharritos que habrían de venir, que vio cómo lo echaban de su empresa para luego volver con aún más poder.

Michael Fassbender en Steve Jobs.
Estratega empresarial y visionario. La película de Danny Boyle muestra cómo Steve Jobs (interpretado por Michael Fassbender) centró todos sus esfuerzos en crear dispositivos electrónicos cerrados, incompatibles con todo lo que no haya sido creado por él. Luchó a contracorriente, desoyendo todos los estudios de mercado y fracasó en varias ocasiones. Pero se levantó. Tenía claro que él estaba en lo cierto y que el resto del mundo, equivocado, terminaría por darle la razón.

Además de la faceta de líder corporativo, Danny Boyle muestra en Steve Jobs el lado personal de un hombre egocéntrico y egoísta que se niega a reconocer que tiene una hija, que amenaza a sus colaboradores, que evita reconocer el éxito de otros, que no da las gracias, que se muestra soberbio y tirano con quienes le rodean, que en contadas ocasiones empatiza con los demás.

Kate Winslet en Steve Jobs.
El personaje en el que se mete Michael Fassbender tiene una personalidad que se odia o se ama, aunque no busque ni lo uno ni lo otro. Simplemente, es él y lo demás no importa. Como contrapunto aparece su ayudante Joanna Hoffman (papel para una sufrida y brillante Kate Winslet), la sombra de Steve Jobs que se desvive por conseguir todo lo que él pida, pero también la encargada de ponerle los pies en la Tierra cuando es necesario.

La mano de Danny Boyle en la dirección se nota sobre todo en el extrañamiento del espectador provocado por los encuadres inusuales. La imagen atrae. El guión, a cargo de Aaron Sorkin y basado en la biografía de Jobs escrita por Walter Isaacson, tiene una estructura cíclica: en el largometraje, cada etapa del líder de Apple se sintetiza en los momentos inmediatamente previos a las presentaciones-espectáculo de sus productos, que son también el punto de reunión de las personas que orbitan en torno a él (hija, jefe, compañeros...). Así se muestra la evolución de sus relaciones con Jobs siempre en momentos en los que el empresario está en plena ebullición.


Steve Jobs es una buena película con un guión sólido que hace atractiva una historia que ya conocemos porque pertenece al imaginario colectivo contemporáneo (incluso recordemos que tan solo hace un par de años se estrenó otra biografía filmada), pero lo hace desde enfoques visualmente inesperados y mostrando al héroe en todo su esplendor, para lo bueno y para lo malo. Jobs quería marcar el camino y que los demás lo siguieran. Y lo consiguió.

Steve Jobs (EE.UU.-Reino Unido, 2015). Título original: Steve Jobs. Dir.: Danny Boyle. Int.: Michael Fassbender, Kate Winslet, Seth Rogen, Jeff Daniels.

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