Intimidad de un literato austero
En Retrato de Baroja con abrigo la palabra 'retrato' no puede estar mejor escogida. No es propiamente un retrato ni tampoco una biografía: es una semblanza de Pío Baroja a partir de escenas de la vida y de detalles del escritor. El responsable del texto, Jesús Marchamalo, y el de las ilustraciones, Antonio Santos, realizan un ejercicio de síntesis para recoger en apenas 40 páginas la esencia del autor de El árbol de la ciencia.
Jesús Marchamalo, periodista y escritor habituado a biografiar de forma breve a importantes literatos, muestra en Retrato de Baroja con abrigo una escritura diáfana y un empleo preciso del adjetivo. Como si fuera un cuento, Marchamalo introduce al lector en la intimidad de Pío Baroja, un escritor que queda retratado como parco y casero, que casi solo necesita una boina, un pañuelo de seda, unas zapatillas y dos abrigos: el de uso diario y el las ocasiones especiales.
De estas prendas se sirve también el ilustrador Antonio Santos para plasmar a un Baroja con todas sus arrugas, un escritor retratado en escenas cotidianas como pasear por el campo o sentarse en el sillón. El libro incluye 10 ilustraciones realizadas con la técnica del grabado que logran transmitir la personalidad del novelista vasco en su hogar, en su espacio de reflexión.
Merece la pena entrar en las páginas de Retrato de Baroja con abrigo para comprobar la virtud de la sencillez y la profundidad que puede alcanzar la mirada de una persona reflejada en una ilustración. Un libro breve y capaz de trasladar el carácter de un escritor a través de pasajes cotidianos y una prenda de vestir.
Retrato de Baroja con abrigo (2013), de Jesús Marchamalo. Ilustrado por Antonio Santos. 44 páginas. Está publicado por Nórdica Libros.
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