domingo, 19 de abril de 2015

'Ex Machina' | Alex Garland

Humano o robot: busca las siete diferencias


Ciencia ficción, intriga, claustrofobia, dilema ético y un número musical. Sí: un número musical. Ex Machina es la primera película como director de Alex Garland, que también es su guionista, y da una vuelta de tuerca al tema de la inteligencia artificial con extra de tensión y giros de guión cada vez más turbios.


Alicia Vikander en Ex Machina.

El relato comienza cuando el joven Caleb (interpretado por Domhnall Gleeson), programador en una megaempresa de nuevas tecnologías, gana un concurso para conocer durante una semana a su jefe, Nathan (Oscar Isaac), que vive aislado del resto de los mortales. Allí, Caleb se encuentra con que debe someter al robot hembra Ava (Alicia Vikander) al test de Turing para comprobar si su inteligencia artificial está tan desarrollada que podría pasar por humana. Pero ¡ay!: Ava insinúa a Caleb que está enamorada de él y que no debe fiarse de su jefe.

Ex Machina es una película doblemente claustrofóbica: por un lado, la acción se desarrolla en una mansión supertecnológica que está situada en medio de un bosque y que tiene habitaciones prohibidas. Por otro, en la cinta aparecen apenas cuatro personajes: los ya mencionados Caleb, Nathan y Ava, junto con Kyoko (Sonoya Mizuno), la criada japonesa que no se comunica porque no entiende el inglés.

 
Oscar Isaac y Domhnall Gleeson en Ex Machina.
 

La película de Alex Garland promete tensión desde el comienzo, desde que conocemos al jefe/adorado líder que se emborracha en soledad y que habla como el Mesías de la sociedad hiperconectada, pero del que no sabemos si es un sabio, un iluminado o un loco peligroso. Oscar Isaac aporta sobriedad, un habla tranquila y una mirada penetrante a este macho alfa de internet.

La angustia crece a medida que avanza la película y Caleb comienza a sospechar que está siendo víctima de un engaño. Caleb, confundido entre su adoración a Nathan, los sentimientos que empieza a experimentar hacia Ava y la duda de si es natural y posible enamorarse de un robot. Y queda mencionar la turbación que produce la mera presencia del robot Ava comportándose y razonando como una verdadera persona. Esperad, ¿es que acaso no es una persona? Si esa máquina piensa y siente como un humano, ¿qué es lo que la diferencia de nosotros? He aquí el debate que plantea Ex Machina.

Sonoya Mizuno y Alicia Vikander en Ex Machina.

Toda esta tensión queda interrumpida (que no eliminada) por el baile que se marca Nathan ante la estupefacta mirada de Caleb (y del espectador) en un determinado momento de la película que no desvelaré. Pero quería mencionar esta escena porque genera controversia: ¿es necesaria? ¿A cuento de qué viene? En mi opinión, es acertada: en contra de lo que pueda pensarse de un número musical, su extemporaneidad incrementa la inquietud y la extrañeza. 



Alex Garland mezcla en Ex Machina ciencia ficción, trama de misterio y una estética futurista de líneas limpias, lo que da como resultado un thriller sofisticado. Cuenta con pocos personajes pero potentes (entre los que destacan los de Oscar Isaac y Alicia Vikander), una trama en la que uno no sabe a quién creer y un duelo de inteligencia a varias bandas, intenso pero oculto dada la necesidad de los protagonistas de convivir una semana bajo el mismo techo.

Ex Machina (Reino Unido, 2015). Dir.: Alex Garland. Int.: Domhnall Gleeson, Alicia Vikander, Oscar Isaac, Sonoya Mizuno.

Web oficial: http://www.exmachina-lapelicula.es/
 

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