lunes, 27 de octubre de 2014

'Annabelle' | John R. Leonetti

Esta muñeca merece asustar más


Quizá he visto muchas películas de terror y ya conozco muchos trucos, quizá ya no soy un adolescente de fácil sugestión. O puede que, simplemente, tuviera puestas expectativas demasiado altas en Annabelle porque la produce James Wan, director de la notable Expediente Warren y la sobresaliente Insidious. Pero esperaba más.


La muñeca maldita de Annabelle.

El aliciente de la historia es una muñeca que John regala a Mia, su mujer embarazada, que la recibe encantada (aunque no consigo entender cómo alguien puede pensar que una cosa tan fea es una buena muestra de cariño). Al poco tiempo, dos miembros de una secta satánica entran en su casa, atacan al matrimonio y les dejan un siniestro obsequio: un demonio invocado que se queda a vivir en la muñeca.

Es de agradecer que John R. Leonetti, director del filme, huya del típico relato de persecuciones sangrientas y se aproxime a un horror in crescendo, sin prisas. Inquieta más ver cómo la normalidad de la familia se resquebraja poco a poco según suceden fenómenos paranormales sutiles y aislados. Intranquilizan los primeros planos de la muñeca mientras se espera que suceda algo.
 
Ward Horton y Annabelle Wallis en Annabelle.

Sin embargo, creo que el relato tarda en arrancar porque pasa mucho tiempo entre los acontecimientos, de forma que pierden la conexión y la tensión se diluye. Esos espacios quedan cubiertos con varias escenas en las que se muestra a Mia y a John como un matrimonio unido y formal, aunque con demasiado empalago.

Por suerte, en la recta final la película remonta el vuelo y empieza la ‘marcha’ de verdad, se siente que los personajes corren peligro. Especialmente tétricas son la escena nocturna que transcurre en un trastero (y no desvelo más) y la espeluznante entrada en pantalla de un carrito de bebé (no pude evitar acordarme de ‘La semilla del diablo’, de Roman Polanski, ¿un homenaje?).


Annabelle apuesta por un tratamiento 'cotidiano' del terror, una sucesión de anormalidades insertas en la rutina. Sin embargo, aunque el comienzo y el final hacen subir la media, el desarrollo no intimida. Después de ver promocionada por todas partes la cara de la muñeca, queda desaprovechada, o quizá es que su importancia no es tanta como anuncian. No se trata de que corra tras la gente cuchillo en mano como Chucky, porque la película no juega a eso, pero sí es de esperar más protagonismo y maldad. 

Annabelle (EE.UU., 2014). Dir.: John R. Leonetti. Int.: Annabelle Wallis, Ward Horton, Alfre Woodard, Eric Ladin. 

Web oficial: http://annabellemovie.com/

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