Relato fragmentado... ¿De un secuestro? ¿De un científico?
Para sentir "mal rollo" no solo tenemos los géneros de terror, policiaco o ciencia-ficción. También hay novelas como Navidad y Matanza, del chileno Carlos Labbé, que causa desasosiego por la extrañeza de los acontecimientos que cuenta, por la fragmentaria forma de exponerlos y por la verosimilitud de una primera persona que aporta datos sobre asuntos raros.
Es complejo resumir el argumento de Navidad y Matanza: podría decirse que trata sobre el secuestro de los hermanos Vivar. O que es un cuaderno de bitácora de un científico encerrado. O que narra las bromas pesadas que gasta un joven a los bañistas. O que es la investigación de un periodista para sacar a la luz los extraños hechos sucedidos en los pueblos Navidad y Matanza. O que es una conspiración de más calado.
¿Confusión? En efecto. Carlos Labbé construye un laberinto narrativo en el que se detectan varias historias que van entrelazándose debido a la sospechosa similitud de personajes y sucesos. Es un puzle con piezas incompletas o agrietadas, unidas por la enigmática figura de Boris Real y la sensación permanente de que algo va mal.
La complejidad estructural provoca intranquilidad ya que no permite saber con certeza qué relato es el "verdadero". Los hechos narrados también inquietan: desde el rapto de dos niños (en circunstancias tan raras que incluso llevan a dudar de si ha sido un secuestro) hasta un chaval que roba toallas en compañía de su criado (algo que parece una anécdota pero que adquiere un cariz oscuro).
Cuando llega el final, no es sencillo tener una perspectiva exacta a la primera sobre los acontecimientos narrados, pero queda una sensación de alerta, de saber que en el trasfondo de las líneas había algo turbio. Quien busque planteamiento, nudo y desenlace claros, no va a encontrarlos en Navidad y Matanza. Esta obra es un ejercicio literario heterodoxo para apreciar cómo se puede jugar con el lenguaje, las estructuras y la capacidad de asociación del lector.
Navidad y Matanza (2007), de Carlos Labbé. 176 páginas. Está publicado en Periférica.
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