'Poli' curtido, 'poli' novata y un tinte de pelo llamativo
Tres sospechosos de confabularse para perpetrar la novela policiaca La diosa del pubis azul: los escritores Espido Freire y Raúl del Pozo junto con ilustraciones firmadas por Ulises Culebro. Teniendo en cuenta que no son los nombres más habituales en la literatura negra española, el resultado de este proyecto colectivo pica la curiosidad.
La 'diosa' en cuestión es Noelia Roma, estudiante de Económicas. Ángel Pareja y Ana Izarra, los dos policías que investigan el caso, la describen como una chica de belleza explosiva, encendida con la chispa de teñirse el pubis de color azul. La joven aparece acuchillada, desnuda y rodeada de cristales. El catálogo de posibles autores es variado, desde músicos hasta neonazis, pasando por algún que otro profesor de universidad, con los que Noelia mentenía escarceos amorosos.
La diosa del pubis azul está escrita a dos plumas: Raúl del Pozo firma los capítulos impares, protagonizados por Ángel Pareja, mientras que Espido Freire es autora de los pares, correspondientes a Ana Izarra. Los dos policías cuentan en primera persona los descubrimientos y sus vivencias en el transcurso de la investigación.
El método de Pareja consiste en conocer a todo bicho viviente que pulule por la noche urbanita y que le proporcione contactos e información. Izarra, en cambio, es sistemática, técnica y sentimental. De esta forma, los episodios en los que habla la segunda son más introspectivos que los del primero, llenos de diálogos con otros personajes, argot callejero y sentencias de madero experimentado.
Esta novela no se preocupa en dar a conocer los pasos que sigue la investigación. De hecho, existen grandes elipsis entre los relatos que desgranan Pareja e Izarra. Los autores prefieren dar más terreno a lo que sienten los policías con respecto al homicidio que a la trama detectivesca en sí.
La gracia de La diosa del pubis azul reside en la alternancia de dos visiones tan opuestas, pero a la vez complementarias, sobre la vida y el crimen. Lo de menos es saber quién ha matado a Noelia Roma. Lo relevante es el ambiente en el que se movía la estudiante, con sus tribus urbanas y sus magreos en los portales, y cómo se enfrentan a ello dos policías, uno experimentado y otra en proceso de iniciación.
Cada capítulo está abierto por una ilustración firmada por Ulises Culebro. Esas escenas sintetizan la sordidez y la confusión que rodearon a Noelia en vida y que siguen reinando una vez muerta. En ellas se mezclan imágenes y tipografías en un intento de crear una atmósfera de cómic y de estilización que sienta bien a esta novela.
La diosa del pubis azul (2005), de Espido Freire y Raúl del Pozo. Ilustrado por Ulises Culebro. 216 páginas. Está publicada por Planeta.
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