"Hablamos del tiempo que hace en vez de contarnos lo importante"
Risueña y conversadora, Carmen Estirado (Madrid, 1985) habla de la incomunicación en su novela Las llaves de casa, publicada por Ediciones Atlantis. Esta periodista con experiencia en medios como ABC y El Economista ha recorrido media España para promocionar su debut literario. Tras la buena acogida, comparte con el blog Una historia en mi nevera sus impresiones al ser nominada al V Premio Isla de las Letras.
¿Cómo te sientes con este reconocimiento?
Muy contenta porque es un aliciente para seguir escribiendo. No sé en qué quedará todo al final, pero es bueno tener a alguien que te anime a seguir adelante, que apueste por ti, sobre todo en esos momentos en los que cuesta un poco más sentarse frente al escritorio.
Cuéntanos el argumento en pocas palabras.
La protagonista, Sofía, es una chica que se marchó de casa debido a una infancia difícil, pero vuelve porque se entera de que a su madre, enferma, le queda muy poco tiempo de vida. En ese momento se da cuenta de todo el tiempo que ha pasado junto a ella sin comunicarse realmente. Por primera vez se cuentan cosas y hablan a través de sus gestos. Por otra parte, mantiene una relación con Esteban, que vive en una casa okupa.
¿Cómo surgió la idea de escribir esta novela?
La empecé como proyecto final del Máster de Narrativa de la Escuela de Escritores. Y pensé que se quedaría ahí, pero los profesores me dijeron que merecía la pena que le diese unas vueltas más. Entonces, me embarqué en la aventura de enviar el manuscrito a las editoriales y al poco tiempo Ediciones Atlantis se interesó por él.
¿De qué trata Las llaves de casa?
Quería abordar el tema de la comunicación entre personas, de la gente que se comunica mucho y de quienes quizá no hablan tanto, quienes prefieren el silencio, aunque sus gestos terminan comunicando. De forma paralela, también trato el tema de la libertad con el contraste entre la cerrajería donde se desarrolla gran parte de la novela y la casa okupa sin cerraduras en la que vive Esteban y a la que Sofía puede pasar siempre que quiera.
¿Crees que la falta de comunicación es un problema vigente?
Sí. Desde pequeña me he fijado en que a la gente le cuesta expresar si está triste o contenta. Hablamos demasiado del tiempo que hace en lugar de contarnos los asuntos importantes.
La protagonista suelta tacos, tiene apetito sexual a todas horas... ¿Te ha costado convencer a los lectores de que Sofía y tú no sois la misma persona?
Sí (risas). A mis familiares les chocó encontrarse con un
texto así, ¡es lo primero que leían de mí! Es verdad que me costó meterme en el
personaje, pero cuando estás dentro no hay más que dejarse llevar. Y hay muchos
tabús sobre el sexo, sobre todo si es una chica la que escribe. Si me hubiera
puesto en la piel de un asesino, ¡a lo mejor no me habrían mirado tan mal!
(risas).
Como periodista y escritora, ¿cómo ves el futuro de la edición en papel?
Yo prefiero el papel, me parece más romántico. Me regalaron un lector de libros electrónicos y lo veo útil, pero no lo utilizo. Me gusta pasar páginas. Mientras existan románticos, seguirá existiendo el papel.
Hablando de romanticismo, ¿es necesario para ser escritor?
No sé si es romanticismo, pero para seguir trabajando en ello tienes que sentir pasión. Lo más normal es encontrar obstáculos en el camino, por lo que hay que tener espíritu de lucha.
¿Tienes algún nuevo proyecto literario en mente?
Estoy terminando un relato para una antología sobre la violencia de género que está preparando Ediciones Atlantis. Y estoy escribiendo otra novela, aunque está todavía en un estado muy incipiente, que trata sobre los sueños. Ahora que rozamos la treintena, parece que la sociedad nos dice: "Tienes que ser esto o esto". Pero no podemos olvidar nuestros sueños.
Como periodista y escritora, ¿cómo ves el futuro de la edición en papel?
Yo prefiero el papel, me parece más romántico. Me regalaron un lector de libros electrónicos y lo veo útil, pero no lo utilizo. Me gusta pasar páginas. Mientras existan románticos, seguirá existiendo el papel.
Hablando de romanticismo, ¿es necesario para ser escritor?
No sé si es romanticismo, pero para seguir trabajando en ello tienes que sentir pasión. Lo más normal es encontrar obstáculos en el camino, por lo que hay que tener espíritu de lucha.
¿Tienes algún nuevo proyecto literario en mente?
Estoy terminando un relato para una antología sobre la violencia de género que está preparando Ediciones Atlantis. Y estoy escribiendo otra novela, aunque está todavía en un estado muy incipiente, que trata sobre los sueños. Ahora que rozamos la treintena, parece que la sociedad nos dice: "Tienes que ser esto o esto". Pero no podemos olvidar nuestros sueños.
Muchas gracias a Carmen Estirado por conversar conmigo para Una historia en mi nevera. ¿Has leído su novela? ¿Qué te parece? Puedes dejar tus comentarios más abajo o en mi cuenta de Twitter: @jescolart ¡Gracias por leer la entrevista!
la historia de la protagonista es un poco dura y desgarrada, pero la vida a veces también. Desde luego no deja indiferente a nadie.
ResponderEliminarme encantó
Hola Isabel, gracias por dejar tu comentario. Coincido en que es una novela dura. A mí me sorprendió el realismo con el que se cuentan los hechos y los pensamientos de la protagonista.
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