De Bogotá a Bangkok: buscando amor y justicia
Casi 18.000 kilómetros separan Bogotá (Colombia) de Bangkok (Tailandia), pero no parece que esta distancia importe a los protagonistas de Plegarias nocturnas. Santiago Gamboa es el autor de esta novela en la que dos jóvenes hermanos colombianos recorren medio mundo persiguiendo la justicia y el cariño. El propio texto advierte: "Esto no va a ser una novela negra, sino una novela de amor".
Manuel y Juana, los personajes principales, han nacido en Bogotá en una familia de clase media baja. Sus padres, al igual que amplios sectores sociales del país, giran hacia un pensamiento autodenominado "patriota", que califica de terroristas a quienes no comulgan con su ideología. Mientras, aumenta el número de desaparecidos por razones políticas.
El hermano menor, Manuel, se evade leyendo mientras los adolescentes que lo rodean, con más poder adquisitivo, se divierten en fiestas. Juana, la mayor, entra a la Universidad para estudiar Sociología y se compromete con la causa de los desaparecidos, hasta que un día es ella la que desaparece.
Manuel emprende su búsqueda porque es la única persona que lo ha querido. Juntos formaban una burbuja protectora y ahora Manuel se ve obligado a dejar los libros y actuar. Pero en su viaje termina encarcelado en una sucia prisión de Bangkok acusado de tráfico de drogas.
La trama está contada a varias voces e incluye pasajes de monólogo interior. Gamboa utiliza un vocabulario rico y el estilo mezcla sentimientos, hechos, descripciones de ciudades y formas orales. Es una novela viva porque parece que es hablada en lugar de escrita. Te lleva de un lado a otro sin que te des cuenta.
Los personajes son creíbles porque muestran su humanidad. Desde los propios protagonistas, que se introducen en mundos sórdidos con tal de perseguir sus ideales, hasta el cónsul colombiano en Nueva Delhi que ayuda a Manuel involucrándose personalmente en la búsqueda de Juana. Son héroes con necesidades comunes, no tienen reparos en prepararse una ginebra después de conocer malas noticias.
Debo hacer una mención especial a la cubierta de la novela y confesar que me fascinó desde que la vi. Es de las portadas más bonitas que he visto, con una fotografía fantástica de Alexis Mire. Es evidente que lo que importa es el interior de un libro, pero veo justo mostrar mi admiración por esta imagen tan luminosa, que rebosa libertad e inquietud (¿la chica está mirando, va a saltar?) y que, además, capta el espíritu de esta conmovedora historia.
Plegarias nocturnas es una novela sobre la esperanza y la puesta a prueba de los motores que mueven el mundo. Habla de personas que quieren mejorar lo que les rodea, pero para ello tienen que sacrificar lo que quieren. Se tapan la nariz y se sumergen en el sistema que critican, pero en el fondo son niños que buscan amor. Y como muestra la portada, un día cualquiera deciden vencer el vértigo y asomarse al vacío.
Plegarias nocturnas (2012), de Santiago Gamboa (Bogotá, 1965), está publicada en España por Mondadori.
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