jueves, 6 de marzo de 2014

'Kill Bill' (vol. 1 y vol. 2) | Quentin Tarantino

Venganza, espectáculo y mística oriental


Estos días he revisitado Kill Bill para ver si aguantaba un nuevo visionado, en una práctica que hago de vez en cuando con películas que me gustaron mucho en su momento. La historia está dividida en dos largometrajes: escritos y dirigidos por Quentin Tarantino y distinguibles por las coletillas Vol. 1 y Vol. 2, cuentan la venganza de una novia (interpretada por Uma Thurman) contra sus excompañeros de cuadrilla de asesinos de élite.


Comandados por Bill (al que da vida David Carradine), estos tipos trataron de matarla en el ensayo de su boda, pero la novia quedó en coma. Cuando despierta cuatro años después se propone acabar con sus antiguos colegas uno a uno.

Uma Thurman en Kill Bill vol. 1.

Este argumento promete violencia, que es lo que abunda particularmente en Kill Bill vol. 1, aunque es violencia de pega. El relato aborda la búsqueda de dos de los integrantes del escuadrón de asesinos: Vernita Green (interpretada por Vivica A. Fox) y O-Ren Ishii (un papelazo de Lucy Liu).

Cuando vi esta película en el cine, en realidad no sabía mucho de ella, solo tenía una vaga idea de que era una cinta de acción protagonizada por una mujer. Cuando acabó, yo estaba deslumbrado. Peleas con coreografías espectaculares, villanos frikis, simbología oriental, tintes de cómic y sangre saliendo de cuellos y brazos cual aspersores. Y dos escenas que han quedado grabadas en mi memoria: el personaje de Uma Thurman llegando a Tokio y, después, entrando en un restaurante al grito de "O-Ren Ishii, ¡tenemos un asunto pendiente!". Esta frase contiene toda una filosofía que da sentido a la película: vivir para vengarse. (Aviso: el vídeo contiene violencia explícita).


Gracias al humor negro y a la escenografía exagerada, de historieta, la violencia suena a broma de puro inverosímil, afortunadamente para mí que no me gusta ver carnicerías en pantalla. Además incluye una sorprendente secuencia realizada con dibujos animados de estilo anime japonés. En mi revisión reciente, y aun teniéndola gran estima, confieso que Kill Bill vol. 1 ha perdido algunos puntos: me ha parecido demasiado efectista, centrada más en lo visual que en la profundidad de los personajes.

Con Kill Bill vol. 2 ha sucedido lo contrario: la hermana "aburrida" ha pasado a ser la interesante. En esta segunda parte encontramos a la novia buscando al resto de criminales: Budd (el actor es Michael Madsen), Elle (interpretada por una sexy, astuta y malísima Daryl Hannah) y ¿Bill? Mejor no desvelar nada más.

David Carradine en Kill Bill vol. 2.

Esta película tiene menos acción, menos colorines, menos multitudes luchando con catanas y otras armas. A cambio, destila misticismo de las artes marciales y los diálogos, llenísimos de subtexto y de ironía, ganan peso. En consecuencia, descubrimos el trasfondo de los personajes: quién es Bill, quién es la novia, por qué sus excompañeros la atacan.

Más reposada (es un decir), argumentalmente intensa y con unos de los mejores títulos de créditos finales que recuerdo, Kill Bill vol. 2 ha subido en mi escala personal. Pero tanto la primera parte como la segunda deben su grandeza a la banda sonora, con piezas muy diferentes entre sí, como The Lonely Shepherd, Bang Bang (My Baby Shot Me Down) y Green Hornet.

Declarada mi admiración por Kill Bill y por toda la iconografía que ha montado Tarantino, aunque no veáis las películas, merece la pena escuchar la banda sonora. Aquí podéis escuchar las canciones del Vol. 1 y del Vol. 2. ¡Ahora sois vosotros los que tenéis un asunto pendiente!

Kill Bill vol. 1 (EE.UU., 2003). Dir.: Quentin Tarantino. Int.: Uma Thurman, Lucy Liu, Vivica A. Fox, Sonny Chiba.

Kill Bill vol. 2 (EE.UU., 2004). Dir.: Quentin Tarantino. Int.: Uma Thurman, David Carradine, Daryl Hannah, Michael Madsen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por dejar tu comentario.