Apariciones con sorna en la posguerra española
"Nada es mentira ni verdad, Francesillo, hijo. Todo es según ocurre" (Francisco Umbral, Pío XII, la escolta mora y un general sin un ojo)
Leer a Francisco Umbral es siempre una experiencia. Por estilo y por contenido.
Pío XII, la escolta mora y un general sin un ojo, novela con la que el escritor madrileño fue finalista del Premio Planeta en 1985, cuenta los años de adolescencia del monaguillo Francesillo, un niño que es protagonista recurrente en la obra de Umbral, en una ciudad castellana en los años posteriores a la guerra civil española. Y lo narra como es habitual en él: nunca sabes por dónde te va a salir.
Reconozco que este es el libro de Umbral que más ha tardado en engancharme: dispuesto en forma de memorias dispersas, el primer tercio contiene descripciones de lugares, momentos y personajes muy llamativos, pero no relata propiamente una historia como hilo conductor. Sin embargo, una vez la lectura está avanzada, se descubre que en realidad calentaba motores y preparaba el escenario para un desfile de amigos, escarceos amorosos, prostitutas, santos y conspiraciones, todo ello conectado en el particular sistema de relaciones sociales y de poder del primer franquismo.
La ironía recorre toda la novela y se intensifica hacia el final, cuando va tomando forma una estrambótica conspiración que persigue un objetivo no menos extravagante que, según creen Francesillo y los implicados, llevará riqueza a esa ciudad provinciana. No voy a desvelar los pormenores de esa trama, pero me parece muy divertida, llevada con una sorna que no es explícita pero que se percibe debido al propio absurdo de los acontecimientos.
Entre lo más rocambolesco de este libro de Francisco Umbral se encuentran las apariciones religiosas y las incursiones de personajes históricos: el papa Pío XII se le aparece a un niño cuando sale a orinar al corral, la Virgen de Fátima se le aparece a los mozos y mozas que se hacen tocamientos tras un arbusto, el general Millán Astray y la escolta mora de Franco se dejan ver en fiestas organizadas por la señora del pueblo.
Pío XII, la escolta mora y un general sin un ojo dedica una parte importante al tema de la amistad. Además de la continua presencia de los amigos de Francesillo a lo largo del relato (el ligón que monta en moto, el estudioso del catolicismo, el de familia más acomodada, etc.), el monaguillo reflexiona y concluye que los amigos son un espejo en el que nos vemos reflejados a nosotros mismos, con nuestras penas y nuestros sueños. El de Francesillo es (cómo no, viniendo de Umbral) ser escritor y triunfar en Madrid.
Memorias ficcionadas, ficción en forma de memorias, ¿qué más da? Como asegura la cita con la que inicio este artículo, "Nada es mentira ni verdad. todo es según ocurre". Por eso, cuando Francesillo tiene la oportunidad de darse un garbeo por el cielo (y de practicar el fornicio con los ángeles), descubre que se parece sospechosamente a lo que hay en la Tierra, ¿o es a la inversa? Es la pregunta que lanza Francisco Umbral, Premio Cervantes entre otros muchos, en una obra divertida, irónica y de más calado del que aparenta.
Pío XII, la escolta mora y un general sin un ojo (1985), de Francisco Umbral. 236 páginas. Yo he leído la edición de Planeta de 2007.
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